La felicidad de volver al trabajo
pese a todas sus inconveniencias.
De volver al día,
a las horas tempranas.
Al amanecer con niebla.
A los primeros rayos de sol en la ventana.
Llueva o nieve.
Haga frío o calor,
el trabajo que nos libera
de la fatiga de vivir.
El aburrimiento
del desatino.
El vacío
del paso del tiempo
que nos hace libres
y parece que nos mata.
Tan cansados que estábamos.
Tan fatigados como nos sentíamos.
Tan doloridos
como nunca antes
nos habíamos sentido.
Tan aislados y solos
cuando otra vez nos levantamos
con el despertador del corazón
entre las piernas.
Y comenzamos a andar
hacia delante.
© Fragmento del poema “La felicidad de volver al trabajo”, del libro
La felicidad de estar perdido, Ediciones Siltolá, 2015.
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